Finalmente
ella estuvo una semana buscando trabajo, cuándo todo pareció
cambiar a mejor y por fin consiguió trabajo cerca de su casa de
camarera en un restaurante. Ella llamó desesperadamente a sus
padres, cogieron el teléfono y cuando ella le dio la noticia que
tanto quería decir, dijeron que estaban muy orgullosos de ella
porque pensaron que no sería capaz y al final lo consiguió. Ella
estuvo cuatro meses trabajando y ahorrando para poder llevar a la
perra al veterinario y operarle la pata, la familia estaba muy
preocupada por si no salía bien la operación por algún problema
que pudiese intervenir en ese momento, al cabo de un día volvieron
al veterinario otra vez y afortunadamente todo pudo salir bien tanto
la perrita como la hija mejoraron en varios aspectos y toda la
familia después de haber pasado por malos momentos pudieron ser muy
felices.
Fin
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